7. Del desarraigo a la poesia social. Blas de Otero.doc

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Veamos ahora un breve poema del más genuino representante del culturalismo: José María Álvarez (Cartagena, 1942)

Unidad 7. La poesía española tras la Guerra Civil

 

DEL DESARRAIGO A LA POESÍA SOCIAL

 

Blas de Otero

Los dos primeros libros del bilbaíno Blas de Otero (1916-1979),  Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, suponen la más genuina expresión de esa poesía religiosa desgarrada que reprocha al Creador la continua presencia del mal en el mundo. Pero en los años cincuenta  -a partir de Pido la paz y la palabra (1955)- sus inquietudes  adquieren  una dimensión colectiva, convirtiéndose en la máxima representación de la poesía social.

 

 

 

 

Hombre

   Luchando cuerpo a cuerpo, con  la muerte,

al borde del abismo, estoy clamando

a Dios. Y su silencio, retumbando,

ahoga mi voz en el vacío inerte.

 

   Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte

despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo

oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando

solo. Arañando sombras para verte.

 

  Alzo la mano y tú me la cercenas.

Abro los ojos: me los sajas vivos.

Sed tengo y sed se vuelven tus arenas.

 

  Esto es ser hombre: horror a manos llenas.

Ser  -y no ser-   eternos, fugitivos.

¡Ángel con grandes alas de cadenas!

 

(Ángel fieramente humano)

                                               cercenas: de cercenar: amputar, mutilar; sajas: de sajar: cortar en la carne viva.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuerpo de mujer; río de oro

... Tántalo en fugitiva fuente de oro.

                            (F. DE QUEVEDO)

 

Cuerpo de la mujer, río de oro

donde, hundidos los brazos, recibimos

un relámpago azul, unos racimos

de luz rasgada en un frondor de oro.

 

Cuerpo de la mujer o mar de oro

donde, amando las manos, no sabemos,

si los senos son olas, si son remos

los brazos, si son alas solas de oro...

 

Cuerpo de la mujer, fuente de llanto

donde, después de tanta luz, de tanto

tacto sutil, de Tántalo es la pena.

 

Suena la soledad de Dios. Sentimos

la soledad de dos. Y una cadena

que no suena, ancla en Dios almas y limos.

 

 

Digo vivir

Porque vivir se ha puesto al rojo vivo.

(Siempre la sangre, oh Dios, fue colorada.)

Digo vivir, vivir como si nada

hubiese de quedar de lo que escribo.

 

Porque escribir es viento fugitivo,

y publicar, columna arrinconada.

Digo vivir, vivir a pulso, airada-

mente morir, citar desde el estribo.

 

Vuelvo a la vida con mi muerte al hombro,

abominando cuanto he escrito: escombro

del hombre aquel que fui cuando callaba.

 

Ahora vuelvo a mi ser, torno a mi obra

más inmortal: aquella fiesta brava

del vivir y el morir. Lo demás sobra.

 

 

 

-Señala los elementos propios de la poesía social presentes en el primer texto.

-Explica con tus propias palabras la visión que del ser humano ofrece Otero en el poema “Hombre”. ¿En qué partes puede dividirse el texto?

-Otro tono se advierte en el soneto” Cuerpo de mujer” ¿Por qué?

-¿Qué dimensión biográfica percibes en el soneto "Digo vivir"?

 

 

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